Mi nombre es Luciana Ferreyra, y soy cordobesa de pura cepa. Nací en 1984 en el seno de una familia de músicos y artistas plásticos. Desde que tengo memoria exploré, de la mano de mis abuelos, mil y una formas de expresarme artísticamente entre ellas pintura, cerámica, canto, danzas, guitarra y otras yerbas. A pesar de que la acuarela siempre fue mi gran amor, empecé a tomarme en serio nuestra relación recién hace unos años.
Desde entonces, es mi medio de comunicación, mi cable a tierra, mi mayor desafío, mi enorme fuente de satisfacción y mi zanahoria atada a un palito: cuando sea grande quiero ser una vieja feliz que sigue, pincel en mano, pintando lo que le sale.